miércoles, 14 de diciembre de 2011

ORACION A LA ESTRELLA

¿Dónde vas inquieta y misteriosa, estrella de Belén?
¿Por qué tu resplandor ilumina a los que tienen fe y
deja como están, a los que cerraron sus ojos al asombro?
¿Por qué, cuando más te necesitamos,
te escondes detrás de las nubes, y nos dejas en la incertidumbre?
Estrella, que expresas mensajes de adoración y convocatoria:
¿Hacia qué destino despunta el centro de tus destellos?
¿Quién es el autor de tu aparición repentina?
¿Por qué, en la noche, juegas a disimularte y asomas
cuando, el peligro, se aleja del que te quiere seguir?

Tú, estrella divina,
nos ayudas a descubrir el corazón de Dios
que late en un portal
postrarnos ante Aquel que, siendo Dios, se hace hombre
a ofrecer, entre miserias y debilidades, la fortuna de nuestra fe
Eres, estrella celeste, manifestación de un Dios
que guía al hombre hasta Jesús
sendero por el que caminan
los que elevan sus ojos hacia el Creador
luz para todo aquel, que viviendo en la oscuridad,
busca nitidez para su fe
Eres, estrella que cruza el inmenso cielo,
dedo que señala al rey que todos esperan.
Eres, estrella que parpadea con guiño de Dios,
veleta que nos revela al rey humilde y oculto, real, universal,
rompiendo y saltando
las fronteras que los hombres vamos levantando
Estrella de Belén eres signo de un acontecimiento
llamado a ser universal
eres tutor que lleva a un Dios escondido.
¡Párate, detente estrella divina y veloz!
Queremos vislumbrar, ya desde ahora,
a Aquel que profetas y reyes,
ángeles y pastores anunciaron y adoraron.
Gracias, Señor, ya no necesitamos más estrellas
pues, bien sabemos, que cuando hay LUZ
la LUZ ya no tiene estrellas.
Y, Tú, Señor, eres luz que apaga y esconde
todas las demás estrellas. Amén
.
Autor: Padre Javier Leoz.