Consagración a María Madre de la Eucaristía
Dios mío,
Yo creo que eres Uno en naturaleza, Igual en divinidad.
Tres Personas, presentes en la Eucaristía.
Ante Tí, Dios Uno y Trino, me postro en adoración
y Te reconozco como mi Creador, Redentor, Santificador.
Yo, pequeña y débil criatura,
elevada por Tu Gracia a la dignidad de ser hijo(a) Tuyo(a),
deseo vivir las enseñanzas del Evangelio,
ser un miembro dócil de la Iglesia,
aceptar los mensajes
que nos has enviado a través de la Madre de la Eucaristía.
Padre mío,
necesito Tu amor
para dar significado, dirección y propósito a mi vida,
nada puedo hacer sin Tí
al volverme hijo(a) Tuyo(a).
Jesús, dulce Maestro,
deseo conocerte y amarte más y más,
alimenta, sostiene y fortalece
mi vida con la Eucaristía,
pan de Dios, el pan de vida, pan vivo bajado del Cielo.
Espíritu Santo,
dame Tu luz
para que pueda comprender, aunque sea por un instante,
todo el infinito amor de la Santísima Trinidad
que se me da en la Eucaristía.
Oh Dios, Uno y Trino,
me consagro a Tí por medio de María,
Madre de la Eucaristía.
Me comprometo, tanto como sea posible,
a asistir diariamente a la Santa Misa
y a recibirte en mi corazón.
Creo que estás en verdad presente
en los Sagrarios de las iglesias,
donde deseo ir a alabarte, a adorarte
y hacerte compañía.
Madre de la Eucaristía,
Tú quien nos has dado a tu hijo Jesús,
con dolor y tanto amor,
mientras pendía de la Cruz,
ayúdame a vivir en la gracia para siempre estar listo
para recibir a Jesús en mi corazón.
Amén.
Yo creo que eres Uno en naturaleza, Igual en divinidad.
Tres Personas, presentes en la Eucaristía.
Ante Tí, Dios Uno y Trino, me postro en adoración
y Te reconozco como mi Creador, Redentor, Santificador.
Yo, pequeña y débil criatura,
elevada por Tu Gracia a la dignidad de ser hijo(a) Tuyo(a),
deseo vivir las enseñanzas del Evangelio,
ser un miembro dócil de la Iglesia,
aceptar los mensajes
que nos has enviado a través de la Madre de la Eucaristía.
Padre mío,
necesito Tu amor
para dar significado, dirección y propósito a mi vida,
nada puedo hacer sin Tí
al volverme hijo(a) Tuyo(a).
Jesús, dulce Maestro,
deseo conocerte y amarte más y más,
alimenta, sostiene y fortalece
mi vida con la Eucaristía,
pan de Dios, el pan de vida, pan vivo bajado del Cielo.
Espíritu Santo,
dame Tu luz
para que pueda comprender, aunque sea por un instante,
todo el infinito amor de la Santísima Trinidad
que se me da en la Eucaristía.
Oh Dios, Uno y Trino,
me consagro a Tí por medio de María,
Madre de la Eucaristía.
Me comprometo, tanto como sea posible,
a asistir diariamente a la Santa Misa
y a recibirte en mi corazón.
Creo que estás en verdad presente
en los Sagrarios de las iglesias,
donde deseo ir a alabarte, a adorarte
y hacerte compañía.
Madre de la Eucaristía,
Tú quien nos has dado a tu hijo Jesús,
con dolor y tanto amor,
mientras pendía de la Cruz,
ayúdame a vivir en la gracia para siempre estar listo
para recibir a Jesús en mi corazón.
Amén.