jueves, 15 de marzo de 2012

¿ POR QUE CONFESARNOS CON UN SACERDOTE ?



CONFESIÓN: ¿POR QUÉ CONFESARSE CON UN CURA?
 
¿POR QUÉ CONFESARSE CON UN CURA?

Este milagro de amor que es el sacramento del Perdón, no puede ser suplido por ningún gabinete psicológico, porque la Confesión no es un simple desahogo.


El olvido o la negación del pecado por parte del hombre moderno no significan que la realidad no exista, basta contemplar el panorama diario del mundo para percatarnos de que el pecado y el mal está ahí; hace estragos en el corazón de las personas y de los pueblos. Todo eso no es un invento de la Iglesia para tener atemorizada a la gente, como dicen algunos. Pero además, sucede que no podemos vivir sin la experiencia personal del perdón, ya que sería renunciar a la paz y a la tranquilidad de la conciencia. Ésta nos viene dada por la muerte y resurrección de Cristo, mediante la celebración del sacramento de la Penitencia según lo dispuesto p or la Iglesia.

Surge una cuestión: ¿por qué hay que acudir a un sacerdote y decirles nuestros pecados? El penitente encuentra en el confesor, no al individuo particular, sino a un ministro de Cristo y de la comunidad. El Señor se ha revelado al hombre por medio de nuestra carne, ello demuestra que su gracia salvadora siempre nos llega a través de signos y lenguajes propios de nuestra condición humana. Nosotros tenemos necesidad de saber que Dios nos ha perdonado. Por eso requerimos de alguien que, revestido de la potestad de “perdonar y retener” que Cristo dio a sus discípulos (cf. Mt 18,18; 16,17-19; Jn 20,19-23), nos dé la certeza interior de haber sido realmente perdonados y acogido por Dios. Solos, nunca sabríamos si lo que nos ha alcanzado es la gracia divina o la propia emoción.

La confesión no es un juicio de condena, sino la presencia del amor misericordioso de Dios, fuente de paz, alegría y consuelo. De ahí, la necesidad de recurrir a ella con frecuencia, porque mientras caminemos en “este valle de lágrimas” siempre habrá errores y debilidades. Para ello, es necesario hacer con seriedad los pasos que marca la tradición católica: contrición, confesión, y satisfacción (cf. Catecismo, 1450-1460).

El reciente discurso de Benedicto XVI a la Penitenciaria apostólica (25.3.2011), nos recuerda como el sacramento de la Reconciliación es “la escuela penitencial”. Comienza con el examen de conciencia que tiene un valor pedagógico de enseñarnos a mirar a nuestro interior y confrontarlo con la verdad del Evangelio. Continuando con la experiencia de ser escuchado en profundidad, a la vez de saber aceptar las amonestaciones y consejos del confesor, que son importantes para proseguir el ca mino espiritual y para la sanación interior del penitente. También la confesión integra de los pecados educa al cristiano en la humildad, en el reconocimiento de su propia fragilidad, en la necesidad del perdón divino y en la confianza de que la Gracia transforma la vida. Por último, acoger la absolución con verdadero arrepentimiento de los pecados es un instante especial donde se experimenta el amor misericordioso de Dios, a la vez que es una incitación a la conversión continua.

Este milagro de amor que es el sacramento del Perdón, no puede ser suplido por ningún gabinete psicológico, porque la Confesión no es un simple desahogo, sino la necesidad vital de cicatrizar las heridas de los pecados mediante el reencuentro con Dios y con la Iglesia.

Monseñor Juan del Río Martín
Arzobispo castrense de España.


Requisitos para una Buena Confesión:
a)Examinar la conciencia antes de ir a confesarse
b)Arrepentimiento de todos los pecados.
c)Contricción: Firme propósito de enmienda (de no volver a pecar).
d)
Confesar todos los pecados al sacerdote.
e)Cumplir la penitencia. (Satisfacción o reparación)

Pasos básicos para confesarse:
-Entra al confesionario sin miedo, confiando en la misericordia de Jesús.
-Sacerdote: "Ave María Purísima"
-Penitente: "Sin pecado concebida. Bendígame padre porque he pecado. Hace ... de mi última confesión. Mis pecados son los siguientes...
-Confiesa todos los pecados desde tu última confesión.
-No es necesario ilustrar detalles de lo ocurrido. Ej.: "Ofendí gravemente a mis padres de palabra" EN VEZ DE: "Ibamos en el carro y papa sacó una vieja conversación.... me habló de una novia... reaccioné....entonces..."  
-Confiesa tus propios pecados y no los ajenos. El confesionario no es para desahogarse contando lo que nos han hecho otros.
-
Sacerdote ofrece algún consejo e imparte la penitencia.
-Penitente reza el
Acto de Contrición
-Sacerdote imparte la absolución
con estas palabras: "Dios, Padre de misericordia..." y despide al penitente en paz.

 
Referencias Bíblicas principales:-Cristo imparte a Pedro poder para perdonar los pecados: Mateo 16,19.
-Cristo da poder a los Apóstoles para perdonar los pecados: Juan 20,21-23
Sobre el deber del confesor de ser fiel al magisterio
El sacerdote debe «referir sin variantes ideológicas las enseñanzas genuinas de la Iglesia... En particular, quiero llamar la atención sobre el deber de adherir al Magisterio de la Iglesia acerca de los complejos problemas planteados en el campo bioético y de la normativa moral y canónica en el ámbito matrimonial.
A veces sucede que los fieles, a propósito de ciertas cuestiones éticas de actualidad, salen de la confesión con ideas bastante confusas, en parte porque tampoco encuentran en los confesores la misma línea de juicio
.
En realidad, quienes ejercen en nombre de Dios y de la Iglesia este delicado ministerio tienen el preciso deber de no cultivar, y menos aún manifestar en el momento de la confesión, valoraciones personales no conformes con lo que la Iglesia enseña y proclama.

No se puede confundir con el amor el faltar a la verdad por un malentendido sentido de comprensión.
Juan Pablo II, 28-III-03
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