lunes, 12 de diciembre de 2011

MEDITACION EN EL DIA DE NUESTRA SANTISIMA VIRGEN DE GUADALUPE ( 12 DE DICIEMBRE)



Familia. En este día guadalupano te ofrezco esta bella meditación para que la ha...gas tuya, muy tuya. Cuántos de nosotros dice ser guadalupano ¡pero nos hemos olvidado de Guadalupe! ¿Es que su mensaje hoy no nos dice nada?: “Oye y ten por cierto, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas, nada te angustie. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás en el cruce de mis brazos y en el hueco de mi manto?”.

Madre de Guadalupe, qué alegría y qué confianza nos transmites en nuestro caminar a nosotros como Iglesia, con estas tus palabras; si tu más grande privilegio es ser madre de Dios, Virgencita, entonces nuestro mayor privilegio es grabar en nuestro corazón que somos no sólo hijos de Dios, sino también ¡de su Santísima Madre!

Hoy, Virgen de Guadalupe, como bien sabes la idolatría se refiere no sólo a la adoración de falsos dioses que presentaban las mitologías antiguas, sino sobre todo en la actualidad señala el ”imperio” de la cultura de la muerte, mediante el homicidio, el aborto, la soberbia, la división en la familia y entre cristianos, la corrupción en la política, las falsas creencias religiosas y tantos dioses de hoy que han dañado a nuestra sociedad. Sin embargo, al igual que los máximos dioses aztecas representados en el sol y la luna quedaron en tu imagen opacados por tu presencia, hoy la idolatría moderna también se verá opacada por tu intercesión unida al trabajo de tus hijos -sacerdotes, laicos, religiosos, religiosas, diáconos, misioneros- en la construcción del reino de tu Hijo Jesucristo.

Quizá en este momento en la puerta de muchos hogares católicos algunos hermanos que se han alejado de nuestra fe están sembrando dudas con respecto a ti, con respecto a nuestra Iglesia. Ha crecido, Morenita, el número de hogares que han abandonado tus brazos maternos olvidando que tú sólo nos pides que hagamos lo que tu Hijo nos dice, que no deseas el honor y la gloria para ti, si no para tu Hijo Jesucristo; que sólo buscas con tus oraciones, con tus palabras, nuestra salvación a través de Jesús.

Cuando llamas al indio ”Juanito, el más pequeño de mis hijos”, nos lanzas hoy un reto: descubrir que Dios habla no sólo en su Palabra, sino en la pequeñez más profunda de su pueblo, y que incluso ahí no sólo debemos evangelizar, sino también dejarnos evangelizar.

Fuentes: - Centro de Estudios Guadalupanos de Puebla. Traducción de Mons. José Luis Guerrero R.


PARA SABER MAS PULSE LOS ENLACES:

http://www.corazones.org/maria/america/mexico/pagina_principal_guadalupe.html

http://www.ewtn.com/spanish/Maria/guadalupe.htm