lunes, 9 de enero de 2012

ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS DE JESUS ( DIFUNDELO HERMANO DIOS LE BENDIGA SIEMPRE)


ORIGEN DEL ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS:

Fue Nuestro Señor mismo quien enseñó estas dos invocaciones a una religiosa de la congregación de las Salesas del Monasterio de la Visitación de Santa María de Chambery, la Hermana María Marta Chambon, muerta en olor de santidad el 21 de Marzo de 1907.

Nuestro Señor se dignó hacerle, en favor de las almas que rezaren dichas invocaciones, promesas consoladoras y regaladísimas.

Escuchemos al Divino Maestro:

"Concederé todo cuanto se me pida con la invocación de mis Santas Llagas."

"Es necesario propagar esta devoción."

"Debéis repetir con frecuencia cerca de los enfermos esta aspiración: Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas. Esta oración aliviará a su alma y a su cuerpo. Muchas personas experimentarán la eficacia de esta aspiración."

"El pecador que dijese la oración siguiente 'Padre eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas' obtendrá su conversión."

"No habrá muerte para el alma que expire en mis Llagas. Ellas dan la verdadera vida."

"Un alma que durante su vida ha honrado y aplicado las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, ofreciéndolas al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, será acompañada en el momento de su muerte por la Santísima Virgen María y los Ángeles, y Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz, resplandeciente de gloria, la recibirá y la coronará."

  FORMA DE REZAR ESTE ROSARIO:
I. Oh Jesús, Redentor Divino, sed misericordioso con nosotros y con el mundo entero.
- Amén


II. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, tened piedad de nosotros y del mundo entero.
- Amén


III. ¡Perdón! ¡Misericordia, Jesús mío!; durante los presentes peligros cubridnos con vuestra preciosa sangre.
- Amén


IV. Padre Eterno, tened piedad y misericordia por la Sangre de Jesucristo vuestro Hijo único; tened piedad y misericordia de nosotros, os lo suplicamos.
- Amén, Amén, Amén


En las cuentas grandes del Rosario:
En lugar del Padrenuestro, se reza la jaculatoria Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas.


En las cuentas pequeñas del Rosario:
En lugar de las 10 Avemarías, se repite 10 veces la jaculatoria Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas.


Al terminar el Rosario se repite tres veces: Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas.