lunes, 25 de marzo de 2013

COMO VENCER LAS TENTACIONES DEL DEMONIO



Tentación
La invitación al pecado, sea por persuasión o por la oferta de algún placer o cosa deseada. Puede tener su origen en el mundo, la carne o el demonio.
La tentación del mundo es el atractivo del mal ejemplo o la presión a comportarse en cierta forma. La tentación de la carne surge de la concupiscencia.  Las tentaciones demoniacas ocurren por instigación del demonio cuyo método es incitar a toda forma de pecado. Por la avaricia y el egoísmo nos lleva al orgullo y por el orgullo a todos los demás pecados. 




El Señor todo lo hacía para nuestra enseñanza” -San Juan Crisóstomo
  •  Si no contáramos con las tentaciones que hemos de padecer abriríamos la puerta a un gran enemigo: el desaliento y la tristeza.
El demonio sagazmente prepara la tentación para cada persona.
  • El demonio tienta aprovechando las necesidades y debilidades de la naturaleza humana.
  • A. Knox: “Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mí cómo podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si aceptamos ser infieles a nuestra fe católica” (R. A. KNOX, Sermones pastorales, p. 79).
El Señor nos enseña cómo debemos vencer las tentaciones y además sacar provecho ellas
  • Él “permite la tentación y se sirve de ella providencialmente para purificarte, para hacerte santo, para desligarte mejor de las cosas de la tierra, para llevarte a donde Él quiere y por donde Él quiere, para hacerte feliz en una vida que no sea cómoda, y para darte madurez, comprensión y eficacia en tu trabajo apostólico con las almas, y... sobre todo para hacerte humilde, muy humilde” (S. CANALS, Ascética Meditada, 14ª ed., Madrid 1980, p. 127).
  • Bienaventurado el varón que soporta la tentación porque, probado, recibirá la corona de la vida que el Señor prometió a los que le aman (Sant 1, 12).
Primera tentación: Cuando Jesus tiene hambre. El demonio le invita a que convierta las piedras en pan. Que utilice su poder divino para resolver su necesidad.
  • Es una tentación contra la decisión de Jesús de humillarse y vivir la condición humana con todas sus limitaciones y sufrimientos.
Segunda tentación, el diablo llevó a Jesús al pináculo del Templo y le dijo que se tire. El Diablo utiliza la Biblia: “Pues escrito está: Dará órdenes acerca de ti a sus ángeles de que te lleven en sus manos, no sea que tropiece tu pie contra alguna piedra”
  • Es una tentación capciosa: si te niegas, demostrarás que no confías en Dios plenamente; si aceptas, le obligas a enviar, en provecho personal, a sus ángeles para que te salven. El demonio no sabe que Jesús no tendría necesidad de ángel alguno.
  • Una tentación parecida oirá el Señor en la cruz: “Si es el rey de Israel, que baje ahora de la cruz y creeremos en él” (Mt 27, 42).
  • También es la tentación de que cumpla su misión de Mesías en la forma mas fácil. Si los ángeles lo sostienen, todo el mundo sabrá que es el Mesías y podrá reunir a todos.
  • Jesús vino para reunir a todos, como pastor que recoge al rebaño. Pero no de esa manera. El nos atraerá a todos solo por amor y amor de cruz: "Cuando sea levantado atraeré a todos hacia mi"
Tercera tentación. El demonio ofrece a Jesús todos los reinos del mundo. 
  • Jesús vino para reconquistarlo todo para su Padre.  Jesús ciertamente debía ser rey del mundo.  La tentación ofrece algo bueno, pero con algo muy malo: El demonio exige que lo adore.  Entonces el diablo en verdad seguiría siendo el rey y Jesus solo su esclavo. 
  • El demonio no nos tentará a nosotros ofreciendo reinos. Nos pretende comprar por mucho menos. Y tiene mucho éxito porque cuenta con nuestras ambiciones y deseos de poseer algo.  Ser reycitos sobre alguien o algo.  Que nos postremos ante el, lo cual significa desobedecer a Dios.
  • El demonio promete siempre más de lo que puede dar. La felicidad está muy lejos de sus manos. Toda tentación es siempre un miserable engaño.
El Señor está siempre a nuestro lado, en cada tentación y nos da la gracia necesaria para vencer. 
  • El Señor permite que seamos tentados para que crezcamos en las virtudes.
  • Confiad: Yo he vencido al mundo (Jn 16, 33).
  • Nos apoyamos en Él “Todo lo puedo en Aquel que me conforta (Flp 4, 13).
  • El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? (Sal 26, 1).
Podemos prevenir la tentación si nos mantenemos firmemente unidos al Señor.
  • Humildad
  • La vida de los sacramentos.
  • Participar en la vida de la comunidad cristiana.
  • Vivir amando a Dios y al prójimo.
  • Disciplina del horario, evitar el ocio.
  • Mortificación, lo cual implica disponerse a sufrir por seguir el camino recto.
  • Oración continua, pedir al Señor: “no nos dejes caer en la tentación”.
  • Guardando los sentidos internos y externos. “Velad y orad para no caer en la tentación” (Mt 26, 41).
  •  Debemos huir de las ocasiones de pecar, por pequeñas que sean. El que ama el peligro perecerá en él (Eccl 3, 27)
  • Sinceridad ante el director espiritual. “Combatimos la tentación manifestándosela abiertamente al director espiritual, pues el manifestarla es ya casi vencerla. El que revela sus propias tentaciones al director espiritual puede estar seguro de que Dios otorga a éste la gracia necesaria para dirigirle bien” (B. BAUR, En la intimidad con Dios, Herder. Barcelona 1975, 10ª ed., p. 121).
  • Devoción a María Santísima, refugio de pecadores.

Estrategia del demonio


El demonio puede afectar y atormentar al hombre en su cuerpo y en su mente.

Nos ataca por medio de las tentaciones e incita la concupiscencia. También por medio de maleficios.  Pero Dios nos da la gracia para resistir y vencer. Por eso no podemos culpar al demonio de nuestros pecados. Somos responsables de ellos.




Una vez que la persona cae en el pecado, el demonio le quiere hacer pensar que su situación es irremediable. Busca así que dudemos de la misericordia de Dios y caigamos en la desesperación.



El Papa Juan Pablo II, 17 Feb, 2002:
«Todo hombre es tentado por la propia concupiscencia y el mal ejemplo de los demás, así como por el demonio, y es más tentado aún cuando menos lo percibe».

«¡Cuántas veces con ligereza [el hombre] cede a las falaces lisonjas de la carne y del maligno, y experimenta después amargas desilusiones!».








Planes estratégicos de Satanás:
Satanás llamó a una convención universal de demonios. En su alocución de apertura dijo:
"No podemos evitar directamente que los cristianos concurran a la iglesia, ni que lean sus Biblias y conozcan la verdad. Si tratamos de quitarles esto directamente seríamos expuestos. Tampoco podemos evitar directamente que se entreguen a una intima relación con su Salvador. Al mismo tiempo, sabemos que si logran esa relación 
nuestro poder sobre ellos se rompe. Pero hay algo que podemos hacer y siempre nos ha dado resultado".

"Dejémosles creer que son buenos cristianos, dejémosles hacer cosas por Cristo cuando sientan el deseo, pero robémosles el tiempo."

"Esto es lo que quiero que hagan", dijo el diablo: "Distráiganlos de asirse al Salvador y mantener la conexión vital durante todo el día".
"¿Como haremos esto?" -los demonios gritaron.
"Manténganlos ocupados en trivialidades de la vida e inventen innumerables estratagemas para ocupar sus mentes," -respondió.

"Tiéntenlos a gastar, gastar, gastar"
Persuadan a sus esposas a salir a trabajar por largas horas y a los maridos a trabajar 6 o 7 días cada semana, 10 a 12 horas diarias, así pueden mantener ese estilo vacío de vida".
"Eviten que pasen tiempo con sus hijos".
"Como su familia se fragmentará, pronto, sus hogares no encontraran salida a las presiones del trabajo"

"Sobre-estimulen sus mentes así ellos no podrán oír aquella calma voz de Dios".
"Tiéntenlos a escuchar mucho la radio, CD o casetes cuando conducen sus automóviles... a mantener continuamente un aparato que les distraiga, sea TV, grabadoras, computadoras... 
El asunto es que constantemente, sea en el hospital, en el trabajo, en casa o en lugar público, estén distraídos por nuestras seducciones. Ellos tienden por si solos a pensar ante todo en si mismos así que vuestra tentación será fácil. Ni se darán cuenta que están siendo tentados."
"Ellos mismos se enredarán con tantos deseos que querrán satisfacer que vivirán muy ocupados y ansiosos...  no podrán así escuchar a Dios y mucho menos dejarse guiar por El."
"Llenen las mesas con revistas y diarios de actualidadRepiqueteen en sus mentes con noticias mundiales, así como CNN 24 horas al díaInvadan las rutas con carteles publicitariosInunden su
buzones con envíos postales inútiles, catálogos, publicidades y toda clase de propaganda y promoción ofreciendo productos gratis, servicios y falsas esperanzas".

"Presenten hermosas y delgadas modelos en revistas, películas y TV, así sus esposos creerán que la belleza exterior es lo importante, y quedaran insatisfechos con sus esposas."
 

"Mantengan a las esposas muy ocupadas con sus compras y sus asuntos personales. Así no amarán a sus maridos. ¡Esto fragmentará la familia rápidamente!.
"Remplacen todas las fiestas religiosas con fiestas de consumo: En vez de Navidad, será Santa Claus, en vez de recordar a todos los santos, será Halloween... en vez de cuaresma inventen carnavales y contra mas sensuales mejor. Ellos caerán fácilmente. Que ni se hable de pecado ni muerte. Eso sería grotesco.  Denles un conejito para las pascuas.
"Aun en sus recreaciones hay que tenerlos muy ocupados tratando de hacer mil cosas; que no puedan contemplar el reflejo de Dios en la naturaleza; que cuando regresen estén exhaustos.
Manténganlos ocupados, ocupados, ocupados.
"Llenen sus vidas con cosas, aunque sean buenas, con tal que no tengan tiempo para la oración"
"Pronto ellos estarán trabajando en su propia fuerza, sacrificando su salud y su familia por una buena causa".
"Cuando vayan a alguna reunión espiritual, que estén atentos con chismes y habladurías, así no captarán nada"
¡Era realmente un gran plan diseñado por un gran experto!. Solo unos pocos podrán rechazar su seducción.




DOCTRINA
Demonio: Nombre general de los espíritus malignos, ángeles caídos (expulsados del cielo). El jefe de estos ángeles rebeldes es Lucifer o Satanás (Mat 25).
"Si alguno dice que el diablo no fue primero un ángel bueno hecho por Dios, y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y que no tiene autor alguno de sí, sino que él miso es el principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema. (Concilio de Braga, 561; Denzinger 237).
"Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza, sino por albedrío." (IV Concilio de Letrán, 1215, Denzinger 427).
"La muerte de Cristo y Su resurrección han encadenado al demonio. Todo aquél que es mordido por un perro encadenado, no puede culpar a nadie más sino a sí mismo por haberse acercado a él." -San Agustín.
“Toda la vida humana, la individual y colectiva, se presenta como una lucha, y por cierto dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas”. (Concilio Vat II, Gaudium et Spes #13)
“A través de toda la Historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas que, iniciada en los orígenes del mundo, dudará, como dice el Señor, hasta el día final”. (Ibid, #37)
 
Acerca de los demonios
Los demonios residen en el infierno y no gozan de los beneficios de la redención de Cristo. Los demonios, sin embargo, no perdieron su capacidad racional, sino que la utilizan para el mal. Dios les permite ejercitar influencia limitada en las criaturas y las cosas. 
El demonio no es una fábula como algunos, para su desgracia, piensan. Su existencia real ha sido siempre enseñada por la Iglesia en su magisterio ordinario. Desmentir la existencia del demonio es negar la revelación divina que nos advierte sobre nuestro enemigo y sus tácticas. 
Jesucristo vino para vencer al demonio y liberarnos de su dominio que se extendía por todo el mundo sin que pudiésemos por nuestra cuenta salvarnos.
Jesucristo vence al demonio definitivamente en la Cruz. La actividad del demonio en la tierra sin embargo continuará hasta el fin de los tiempos. La parusía manifestará plenamente la victoria del Señor con el establecimiento de su Reino y el absoluto sometimiento de todos sus enemigos. Mientras tanto Dios permite que vivamos en batalla espiritual en la cual se revela la disposición de los corazones y nos da oportunidad de glorificar a Dios siendo fieles en las pruebas.  Ahora debemos decidir a que reino vamos a pertenecer, al de Cristo o al de Satanás. Si perseveramos fieles a Jesús a través de las pruebas y sufrimientos, el demonio no podrá atraparnos.
Tenemos en la Iglesia todos los medios para alcanzar la gracia ganada por Jesucristo en la Cruz. Dios es todopoderoso y, si estamos en comunión con El, no debemos temer al enemigo. Mas bien debemos temer el separarnos de Dios pues sin su gracia estaríamos perdidos.  
Todos los santos lucharon con valentía contra el demonio pues los sostenía la fe. Sus vidas son modelos que nos demuestran como vivir en el poder de Jesucristo la vida nueva. 

El catecismo de la Iglesia Católica sobre el demonio:
2850 La última petición a nuestro Padre está también contenida en la oración de Jesús: "No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno" (Jn 17, 15). Esta petición concierne a cada uno individualmente, pero siempre quien ora es el "nosotros", en comunión con toda la Iglesia y para la salvación de toda la familia humana. La Oración del  Señor no cesa de abrirnos a las dimensiones de la Economía de la salvación. Nuestra interdependencia en el drama del pecado y de la muerte se vuelve solidaridad en el Cuerpo de Cristo, en "comunión con los santos".
2851   En esta petición, el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El "diablo" ["dia-bolos"] es aquél que "se atraviesa" en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo.
2852 "Homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8, 44), "Satanás, el seductor del mundo entero" (Ap 12, 9), es aquél por medio del cual el pecado y la muerte entraron en el mundo y, por cuya definitiva derrota, toda la creación entera será "liberada del pecado y de la muerte".[136] "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios le guarda y el Maligno no llega a tocarle. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno" (1 Jn 5, 18-19):
El Señor que ha borrado vuestro pecado y perdonado vuestras faltas también os protege y os guarda contra las astucias del diablo que os combate para que el enemigo, que tiene la costumbre de engendrar la falta, no os sorprenda. Quien confía en Dios, no tema al demonio. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?" (Rm 8, 31).
2853 La victoria sobre el "príncipe de este mundo" (Jn 14, 30) se adquirió de una vez por todas en la Hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte para darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe de este mundo ha sido "echado abajo" (Jn 12, 31).[138] "El se lanza en persecución de la Mujer", pero no consigue alcanzarla: la nueva Eva, "llena de gracia" del Espíritu Santo es librada del pecado y de la corrupción de la muerte (Concepción inmaculada y Asunción de la santísima Madre de Dios, María, siempre virgen). "Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos" (Ap 12, 17). Por eso, el Espíritu y la Iglesia oran: "Ven, Señor Jesús" (Ap 22, 17.20), ya que su Venida nos librará del Maligno.2854 Al pedir ser liberados del Maligno, oramos igualmente para ser liberados de todos los males, presentes, pasados y futuros de los que él es autor o instigador. En esta última petición, la Iglesia presenta al Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación de todos los males que abruman a la humanidad, implora el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo. Orando así, anticipa en la humildad de la fe la recapitulación de todos y de todo en Aquel que "tiene las llaves de la Muerte y del Hades" (Ap 1, 18), "el Dueño de todo, Aquel que es, que era y que ha de venir" (Ap 1, 8):  Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.


¿Creó Dios a los demonios?
Dios no creó demonios sino ángeles, espíritus puros, dotados con gracia santificante, muy hermosos y capaces de bondad. Dios dotó a todos los ángeles con libertad para escoger el bien y el mal. Lucifer y sus seguidores, por orgullo, pecaron, quisieron separarse de Dios y se llenaron de maldad. Es así que se les negó la visión beatífica. 
¿De dónde vino esta maldad? La maldad es causada por una opción libre de separarse de Dios. Es una carencia, una ruina.
Por ejemplo, cuando un carro choca se queda dañado. El daño no es una creación sino la ruina del carro. Los demonios fueron creados como los demás ángeles. Se transformaron en demonios por su pecado. Se pervirtieron sus poderes angelicales los cuales usan para el mal.
Dios sabía que algunos ángeles se rebelarían pero los creó porque Dios toma la libertad en serio, hasta sus últimas consecuencias. Pero igualmente el bien tiene y tendrá consecuencias.  Si solamente pudiésemos hacer el bien no seríamos libres y no tendría mérito.

Armas contra Satanás
Dios nos da en la Iglesia todas las armas para vencer al demonio.

Juan Pablo II,  17 feb. 2002 (1er domingo de cuaresma)

Exortó a la vigilancia «para reaccionar con prontitud a todo ataque de la tentación».

Habló de las armas del cristiano «para afrontar el diario combate contra las sugerencias del mal: la oración, los sacramentos, la penitencia, la escucha atenta de la Palabra de Dios, la vigilancia y el ayuno».

Estos medios ascéticos, inspirados por el mismo ejemplo de Cristo, siguen siendo indispensables hoy, pues «el demonio, "príncipe de este mundo", continúa todavía hoy con su acción falaz».

El Papa pidió entusiasmo en «el camino penitencial de la Cuaresma para estar preparados a vencer toda seducción de Satanás y llegar a Pascua en la alegría del espíritu».
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http://www.corazones.org/diccionario/demonio.htm

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