Jesús, recíbeme
en tu divino Corazón. Quiero ser tuyo y serlo para siempre. Ten
compasión de mí, perdóname mis pecados. Ayúdame y dame tu
alegría y tu paz. Renuncio a todos los vicios y pecados con los que
te he ofendido. Quiero vivir, a partir de ahora, sólo para amarte y
servirte como a mi Dios y Señor. Gracias, por amarme tanto y por
recibirme en tu Corazón. Quiero ser tu amigo y todos los días
quiero ir a visitarte en la Eucaristía, en unión con María y con todoslos santos y ángeles. Amén.
Oración de Liberación
Por los méritos de Jesús y por su sangre derramada en la
cruz, yo disuelvo cualquier reunión satánica, cualquier maleficio,
hechizo, magia, atadura, trampa, maldición o cualquier acción
maléfica que pudiera afectarles. Y coloco aquí la cruz de Jesús
para romper cualquier influencia maléfica que pueda haber entre
estas personas y sus antepasados, que hayan estado metidos en
ocultismo, satanismo, delincuencia o perversidad. Rompo cualquier
influencia negativa transmitida por herencia de sus antepasados o
cualquier influencia recibida por maleficios, y ordeno en el Nombre
de Jesús que desaparezca para siempre cualquier daño en sus
personas, porque ahora están protegidas por la sangre de Jesús
para siempre.
En el nombre de Jesús y por su autoridad yo rompo cualquier
maldición. Ellos renuncian a todos los libros, signos, símbolos o
discos de música satánica, que puedan tener, al igual que
renuncian a cualquier pacto satánico o a cualquier invocación
satánica que hayan podido hacer.
Señor, te pido perdón por haberme dejado involucrar en la
ouija, en los horóscopos, adivinación, clarividencia, magia o en
cualquier práctica de satanismo, espiritismo (vudú, macumba,
candomblé, umbanda, santería) u otras sectas de magia negra. Y
proclamo a Jesús como mi único Señor y Salvador. Y renuncio a
Satanás y a todas sus obras y le ordeno que se aparte de mí para
siempre. Madre santa, Virgen María, cúbreme con tu manto de
pureza y amor y protégeme de todo poder del maligno. Ven,
Espíritu Santo, con tu poder y lléname de tu paz y de tu amor; y
guíame a la vida eterna. San Miguel arcángel, todos los santos y
ángeles de Dios, venid en mi ayuda y alejad de mi familia y de este
lugar a todos los espíritus malignos y a todos los espíritus de
difuntos que puedan hacernos daño.
Padre celestial, te entrego mi vida, te la consagro y te la
entrego sin condiciones, porque quiero ser tu hijo y vivir siempre
contigo ahora y para siempre. Amén.
Oración contra todo mal
Señor Jesús, mi Señor y mi Dios, Rey de los cielos y de la
tierra, aleja de mi vida y de la de mi familia todo poder del maligno
para que no pueda hacernos mal y podamos hacer siempre el bien.
Aleja de nosotros todo maleficio, brujería, magia, misas negras,
ligaduras, maldiciones, infestación diabólica, posesión u obsesión
diabólica y cualquier influencia del poder del demonio sobre
nosotros.
Y yo, en el Nombre de Jesús, conjuro y ordeno en este
momento a todos los espíritus malignos que estén afectando
nuestra vida o nuestras cosas, que se alejen de nosotros para
siempre y nunca vuelvan a perturbarnos. Te lo pedimos Jesús por
intercesión de María Nuestra Madre y de san Miguel arcángel y de
todos los santos y ángeles del cielo y de los hombres buenos de la
tierra. Padre celestial, recibe el ofrecimiento de nuestra vida para
que con el poder del Espíritu Santo, podamos ser siempre tus hijos
y nunca el maligno pueda tomar posesión de nosotros o de
nuestras cosas. Amén.
Bendición del Agua
Te exorcizo, agua, en nombre de Dios Padre, en nombre de
Jesucristo su Hijo nuestro Señor, y con el poder del Espíritu Santo,
para que seas agua exorcizada y ahuyentes todo poder del
enemigo.
Oh Dios, atiende nuestra oración e infunde la fuerza de tu
bendición a esta agua para que, al ser derramada en las casas y
en cualquier otro lugar, éstos queden libres de toda influencia del
mal y del maligno; y se aleje de estos lugares cualquier influencia
maligna de maleficios, maldición, atadura, espiritismo…, de modo
que los que vivan en este lugar o vengan aquí, por la aspersión de
esta agua, queden libres de cualquier enfermedad o poder del
enemigo infernal y sean defendidos por el poder de Jesucristo.
Amén.
Bendición de la Sal
Te exorcizo sal por el Dios vivo, por el Dios verdadero y por el
Dios santo, para que te conviertas en sal exorcizada para salud de
los fieles tanto en el cuerpo como en el alma y para que, en los
lugares donde sea puesta esta sal bendita, se aleje todo poder del
enemigo y todo espíritu maligno.
Oh Señor, imploramos tu misericordia para que te dignes
bendecir y santificar esta sal a fin de que se convierta en sal
exorcizada para bien del cuerpo y del alma de los creyentes que la
consuman; y para que todo aquello que sea tocado por ella
carezca de todo poder e influencia del maligno. Amén.
(Se puede echar la sal al agua bendita tres veces, a manera
de cruz, diciendo: Que esta mezcla de sal y agua se realice en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén).
Bendición del Aceite
Te exorcizo, aceite, por Dios Padre que hizo todo lo que
existe. Que se aleje de este aceite toda fuerza del maligno y toda
acción diabólica a fin de que todos los que lo tomen puedan
recuperar la salud del cuerpo y del alma, en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
Oh Dios, dígnate bendecir y santificar este aceite con el cual
mandaste ungir a los enfermos, a fin de que una vez obtenida la
salud, te den las gracias. Y te pedimos que cuantos usen este
aceite, que hemos bendecido en tu Nombre, queden libres de toda
enfermedad o de cualquier maleficio o influencia del maligno. Te lo
pedimos Padre en el Nombre de Jesús, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración contra las Plagas
En el Nombre de Jesús ordeno a cualquier plaga o
enfermedad, producida por espíritus malignos a que se aleje de
nuestras vidas y de los lugares donde vivimos para que
recobremos la salud del cuerpo y del alma. Lo ordeno en el
Nombre de Dios Padre Omnipotente, de Jesucristo, su Hijo, y del
Espíritu Santo que procede de ambos. Que Dios bendiga estos
lugares, a nuestros animales y a nuestros campos, nuestras vidas
y nuestra familia para que podamos vivir en paz en compañía de
Dios y de toda la corte celestial. Amén.
Oración
Señor, yo te adoro como mi único Salvador. En este momento,
invoco sobre mí tu autoridad divina para que me liberes de todo
poder del maligno. Aleja de mí cualquier maldad que me hayan
hecho. Encadena y manda a lo más profundo de los infiernos a
todo espíritu maligno que quiera atormentarme.
Yo perdono a todas las personas que me han hecho daño y te
las entrego, Señor, para que tú las juzgues con tu sabiduría y
poder. En tu santo nombre, Jesús, rechazo todo poder del maligno
sobre mí, sobre mi casa y sobre mis familiares y sobre mis cosas.
Aléjate, espíritu maligno, de mí y de mi familia ahora y para
siempre. Te lo ordeno en el Nombre de Jesús. Tomo posesión en el
Nombre de Jesús de mi casa y pido el poder de la sangre de Jesús
contra toda infestación o influencia maléfica para que seamos
liberados y protegidos de todo mal. Rechazo cualquier espíritu
maligno que se haya infiltrado en este lugar y lo mando a los pies
de la cruz de Jesús por toda la eternidad.
María, madre de Jesús y madre mía, tú eres la reina del cielo
y de la tierra. Dios te ha dado poder para pisar la cabeza de
Satanás. Te pido que envíes en mi ayuda a todas las legiones de
ángeles y santos para que, a una orden tuya y bajo tu autoridad,
puedan rechazar para siempre de mi vida, el poder del maligno.
Amén.
Señor, líbranos del poder del maligno y haz que seamos
felices contigo para siempre. amen.